Crónica: Joris Voorn deslumbra con Spectrum en Be Renatta
La primera visita de Spectrum a Madrid fue una noche memorable, donde Joris Voorn convirtió Be Renatta en su territorio natural con un set personal, elegante y lleno de alma.
No es ninguna novedad que Joris Voorn es uno de los artistas predilectos de esta casa, y más aún de quien firma. Desde hace más de una década, su visita es una liturgia. Y la de hace unos días en Be Renatta, la sesión más luminosa de LAB The Club, fue sin duda muy especial: por primera vez, Spectrum hacía escala en Madrid.
Spectrum es, probablemente, la criatura más personal de Joris Voorn. Un proyecto que es a la vez sello discográfico y serie de eventos, donde el holandés reúne a artistas —mayoritariamente emergentes— plenamente alineados con su visión de la música electrónica, mientras él mismo se permite explorar su cara más íntima y definida del techno. Y ojo al catálogo: a día de hoy, uno de los sellos más interesantes y coherentes del panorama. Habíamos vivido Spectrum en una noche épica en Centraal Station durante el ADE de 2018, pero sus apariciones en nuestro país han sido contadas —principalmente en Off Sónar—, así que su debut en Madrid era, sin exagerar, todo un acontecimiento. Y como no podía ser de otra manera, ocurrió en territorio amigo: Be Renatta. Al lío.

La noche arrancó con el residente SAINT, que con buen gusto fue sirviendo los primeros beats a un público que comenzó a llenar la sala desde bien temprano. Le siguió Bobby Nourmand, primer invitado de Joris, desplegando un set elegante que, pese a sufrir algún que otro problema técnico con la mesa, logró ir tensando la cuerda y empujando a la pista hacia ese punto de expectación que precede a los grandes momentos. Que sonara "The Age Of Love", pero el remix de Apm001 & Blac, o el propio de CID para "Bugatti" nos servían como termómetro para saber cuál era el enfoque de la noche. Y nos encantaba.
La sala se fue llenando más, mezclando fieles de Joris, habituales de Be Renatta y esa fauna nocturna que reconoce un plan potente cuando lo ve. Cuando Voorn tomó la cabina –gafas coloreadas incluidas, será por los ritmos circadianos–, el panorama en la sala cambió. Comenzaba un viaje de 120 minutos melódico pero contundente, lleno de alma y groove, donde recorrió su universo sonoro con un techno progresivo y luminoso, tan íntimo como profundamente bailable.

Un auténtico chute de serontonina, y es que su último álbum tuvo mucho peso durante toda la velada, conviviendo con sus himnos más atemporales –qué bien entraron "Goodbye Fly" y "Ringo" en el ecuador de la noche– y otros ajenos como "Greece2000" que sonó entre sus ya míticos remixes para U2 y Eelke Kleijn. También hubo espacio para IDs que siempre se agradecen, esas que te dejan el cuerpo flotando mientras la cabeza rebusca referencias en tu archivo mental. Mención aparte merece su remix de “Set Me Free”, aún sin versión oficial, que resume a la perfección su toque –él mismo parecía tenerle especial cariño, subiéndose incluso a la mesa en uno de esos momentos que se quedan grabados–. Aunque para momento especial, al menos para un servidor, ese "You & I" que siempre genera una atmósfera de comunión en toda la sala, por grande que sea, única en su especie.
Un set construido con precisión de arquitecto —arquitechno en estado puro— y una selección coherente e impecable de principio a fin, que mantuvo al público en vilo sin un solo respiro. El cierre fue apoteósico y con sello de identidad, encadenando “Seventeen” con su último remix de “We Talk About Dreams” de Einmusik & Solee. Una sesión de ensueño que no solo revalidó, sino que superó la vivida hace justo un año en el mismo escenario.

Mientras el holandés —feliz, entregado y agradecido durante toda la noche— recibía una ovación más que merecida, saludaba a sus fans e incluso saltaba del escenario a la pista, Kauffmann –de quien ya había sonado algún track antes– tomó el relevo con un techno más contundente, ideal para estirar la madrugada y encarar el cierre con energía.
Un broche potente para una jornada que demostraba la ambición de Be Renatta al abrir sus puertas a formatos que van más allá del simple dj invitado, si no apostar por su propuesta más única y personal. Algo que demostraron una semana más tarde acogiendo otra noche mágica con Kölsch y su nuevo live "Kölsch & The Machine" –asociada a su último álbum, 'KINEMA'– dentro de su gira de presentación.
Y no se queda aquí la cosa. La apuesta continúa en 2026, con los ya anunciados Stephan Bodzin en enero, Adam Beyer en febrero y Kevin De Vries en marzo, y otras tantas sorpresas jugosas que muy pronto verán la luz confirmando que esta temporada apunta aún más alto si cabe. Nosotros, sin duda, volveremos muy pronto. No sólo Joris se siente como en casa en Be Renatta. Marca la X a favor de la fiesta.
Nota: no pude pedir un cumpleaños mejor.